"La miel es la palabra de Cristo,
el oro derretido de su amor.
El más allá del néctar,
la momia de la luz del paraíso.
La colmena es una estrella casta,
pozo de ámbar que alimenta el ritmo
de las abejas. Seno de los campos
tembloroso de aromas y zumbidos.
La miel es la epopeya del amor,
la materialidad de lo infinito.
Alma y sangre doliente de las flores
condensada a través de otro espíritu".
Federico García Lorca, El Canto de la Miel
Gracias al clima y la vegetación idóneos para la proliferación de colonias de abejas, en Castilla-La Mancha se desarrolla una actividad ancestral de gran arraigo y tradición popular: la producción de una exquisita miel.
Sus propiedades tanto organolépticas, alimenticias e incluso terapéuticas, hacen de la Miel un producto que nunca ha dejado de ser apreciado como un tesoro cuya textura y sabor están ligados con la región de la Alcarria.
Castilla-La Mancha produce una miel exquisita con una sutileza y aroma extraordinarias que recuerda el origen floral del que proviene, las plantas aromáticas silvestres.