Fue y sigue siendo nuestro primer gran sueño. Fraguado hace 20 años y marcado con el nombre que da idea de su origen humilde, “40 barricas”. Plasma lo obtenido al unir una materia prima excepcional, criada en los suelos arcillosos y pedregosos de la “Ribera del Júcar”, con unos maestros agricultores y una bodega volcada en extraerles todo el sabor, aroma y color a nuestras vides. El resultado es este vino tinto tempranillo, de color rojo rubí, limpio, brillante, de buena capa, con un buen equilibrio entre fruta y madera. Junto a las notas de fruta negra y a alguna nota a “chuche” de fresa, aparecen otras que recuerdan al dulce de leche y al cacao. En boca muestra un gran equilibrio, con un tanino pulido por el tiempo, intenso pero redondo, que alarga y ensancha el vino, mostrando unos retronasales que nos vuelven a llevar al dulce de leche y al cacao. El final de boca es armonioso, dejando una “golosidad” que invita a seguir bebiendo y disfrutando, consiguiendo así la finalidad de nuestro sueño.

Empresa:

Al sur de la Provincia de Cuenca, en la “D.O. Ribera del Júcar” siguiendo la tradición de los monjes Teatinos, pioneros en el cultivo de la vid y la elaboración de vinos, un grupo de viticultores de la localidad de Casas de Fernando Alonso, crean en el año 1958 la Bodega Cooperativa Purísima Concepción. En la actualidad cuenta con casi 300 socios. Desde sus inicios se pone como meta continuar la labor comenzada siglos atrás, conjugando la más alta tecnología actual con las técnicas artesanas de aquellos monjes pioneros. En la Bodega, se han intentado conjugar los métodos tradicionales de cultivo y producción, con las técnicas más vanguardistas. Aun se conservan los primeros depósitos y tinajas de barro, actualmente sirven para la conservación de los vinos más preciados. Junto a éstos, se desarrolla una Bodega moderna, equipada con los últimos avances tecnológicos; equipos de refrigeración para el control de temperatura de los mostos, prensas neumáticas, depósitos en acero inoxidable, etc... Todo ello enfocado a lograr alterar lo mínimo posible la excelente calidad natural de nuestras uvas.